Reencontrando el Amor

El sistema está diseñado para alejarnos de las cosas que amamos. Una vida sencilla es la respuesta para reencontrar el camino que nos lleve a una vida llena de amor, de ese sentimiento tan grande y hermoso que ha escaseado en estos dorados tiempos.

Unas preguntas que hacemos bien en responder:

¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste al máximo tu día?
¿Disfrutas lo que haces para ganarte la vida?
¿Cuándo fue la última vez que reíste tremendamente con tus amigos en persona?
¿Recuerdas una hermosa puesta de sol? ¿Hace cuánto fue?

Vivir una vida satisfactoria no se trata de tener muchas cosas, se trata de disfrutar lo que haces y de tener un propósito para vivir. Acumular riquezas no tiene fin, y jamás lo tendrá.

Vale la pena evaluar el rumbo que llevamos por la vida, porque sin duda lo que hacemos nos lleva en una dirección, estemos o no estemos conscientes de ello. Por ello pregunto:

¿Te sientes feliz con lo que haces todos los días?
¿Tu trabajo y las personas con las que trabajas te levantan o te hunden?
¿Realmente sientes amor por las personas que te rodean?
¿Amas con el corazón completo?

El amor es lo que todos buscamos, amar y sentirnos amados.

Simplificar la vida para llenarla de personas que amamos y de actividades que nos hacen sentir felices es uno de los regalos más grandes de vivir una vida sencilla. Amar a las personas y poner en segundo plano las posesiones es esencial para reencontrarnos con el amor, con ese sentimiento que se puede oxidar con el paso de los años, con la hipoteca, los préstamos y los dispositivos más nuevos, porque la suciedad moderna pone en primer lugar las posesiones y en segundo a las personas.

Entre otras cosas que pueden ayudarte: