La materia no se crea ni se destruye solo se transforma
Antoine-Laurent Lavoisier
Es difícil olvidar la cara de felicidad que pone un niño cuando le regalas un caramelo, tampoco se pueden pasar por alto las lágrimas de agradecimiento cuando sacas a alguien de un apuro.
Eso no se ve todos los días. No, al contrario, cada vez vemos menos niños felices y más personas con el corazón roto y no es que no haya recursos para ayudar a los necesitados o regalarle alegría a una niña, lo que falta son corazones compasivos.
Tengo muchos buenos recuerdos de mi infancia, recuerdo como existía antes un espíritu más generoso, aún existe, pero no es igual. Sin embargo en muchos otros lugares veo como la bondad, el cariño y el respeto se han perdido.
Veo sufrimiento en las calles, veo caras de tristeza en muchas partes, pero también veo personas que se preocupan por el vehículo del siguiente año, por el siguiente teléfono o por el próximo destello tecnológico, a todos nos ocurre que olvidamos que existe alegría al compartir, al abrir nuestra mano para ayudar al necesitado, al compartir una sonrisa con aquellos que sufren, en general al ser generoso con lo que tenemos.
Hay muchas maneras de dar, he aquí algunos ejemplos:
- Compartir una taza de té o café con una persona que ha perdido un ser querido en la muerte
- Llevar alimentos a una familia que está pasando dificultades financieras
- Ayudar a un ancianito o ancianita en alguna tarea de su casa
- Rehabilitar un cachorro abandonado
- Servir de voluntario en caso de desastre
- Donar a una causa noble
- Ayudar a alguien con algún tipo de discapacidad
La lista continúa pero no quiero hacerla muy larga, espero que encuentres una manera de dar y te garantizo tres cosas:
- No te quedaras pobre
- No te arrepentirás
- Tu felicidad aumentara muchísimo
El amor es infinito y sin embargo hoy día es tan escaso. Tú tienes amor, yo tengo amor, todos lo tenemos, sin embargo olvidamos que para recibirlo primero tenemos que darlo.
Muy bien dice una ley del universo que “nada se crea, ni se destruye, solo se transforma”, así que si el amor no se puede destruir ¿dónde se ha ido?
Respuesta: En lo profundo de nuestros corazones, atrapado por la envidia, la codicia, el estrés, que se yo, lo que si se es que ahí está, y una manera para abrir nuestros corazones es siendo generosos.
…tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”.
Hechos 20:35
Feliz Dia 🙂