Ya se están preparando, los almacenes, los minoristas, los bancos, los prestamistas, y es para el viernes negro.

Es triste ver cómo millones de personas se gastan sus ahorros en un solo día, ahorros que quizás les han costado mucho esfuerzo.

Por otra parte el 90% usaran sus tarjetas de crédito al límite e incluso sobregirándolas y luego tendrán que arrastrarse al trabajo para hacer horas extra para tratar de cubrir el  pago mínimo de sus tarjetas.

Qué triste.

Que oscuridad más cruel.

El sistema te estimula a comprar en fechas específicas, no por buenas intenciones, sino simplemente para mantener en funcionamiento las fábricas y así generar ganancias para unos pocos.

Ellos quieren que pienses que el nuevo Iphone te hará sentir mejor, que con ese vestido te verás genial o que con esa nueva pantalla gigante disfrutaras más la vida.

También quieren que creas que ellos fabrican los regalos perfectos, para agradar a tus seres amados.

Nada más falso.

No digo que no tienes que comprar nunca, lo que digo es que no te dejes sugestionar por términos como viernes negro, navidad, san valentín, reyes magos.

Si tú necesitas algo cómpralo porque lo necesitas, no porque un publicista hizo bien su tarea insertando en tu subconsciente la idea de comprar su producto, se más inteligente que ellos, sé que tú tienes la capacidad de lograrlo.

Si quieres demostrar tu cariño hacia tu cónyuge, tus hijos, tus padres, tus hermanos y tus amigos, no necesitas una fecha específica. De hecho una sorpresa en una fecha no esperada no se olvida fácilmente.

Recuerda:

Lo que compres lo pagaras con tu tiempo, por ello ¿Cuánto de tu tiempo entregaras en los almacenes este viernes?