Todos buscamos instintivamente cubrir nuestras necesidades básicas:
- Alimento
- Techo
- Ropa
Por tanto tener un lugar donde descansar, ropa que ponerte y algo con que alimentarte es un don maravilloso teniendo en cuenta los miles de millones que no tienen que comer, donde dormir y mucho menos tienen ropa limpia para cambiarse.
Sin embargo lo damos todo por sentado, y no solo eso, a veces luchamos por lograr mucho más y olvidamos que tenemos suficiente para ser felices y por la misma razón dejamos de ser felices.
Quiero contarte tres cosas que tomamos como referencia en la suciedad moderna para establecer si estamos al nivel de felicidad que venden en los medios, y que lamentablemente no te traen felicidad verdadera.
- El Año de Tu Vehículo
Pareciese que cambiar de vehículo cada año, para tener el último modelo es la cumbre del éxito. Eso es lo que quieren hacerte creer las fábricas, que si no tienes el nuevo modelo estas retrasado. Pero si un auto está en buen estado, con su debido mantenimiento y funciona bien, igual te lleva si es 2018 o 2008. Incluso he visto como modelos reciente tienen ciertas desventajas con respecto a sus modelos anteriores.
La felicidad no viene en un nuevo vehículo, viene de vivir en paz contigo mismo y con quienes te rodean.
- El Valor de Tu Casa
Una casa grande y lujosa es lo que la mayoría quiere lograr, incluso algunos están dispuestos a cualquier cosa con tal de vivir en un lugar exclusivo con mucho prestigio. Pero una casa grande requiere mucho tiempo para su mantenimiento, tiene un precio enorme y si la obtienes al crédito tendrás que pasar el resto de tu vida pagándola, lo que te impedirá moverte a otros lugares y conocer otras culturas, también te impedirá crear un proyecto personal porque gran parte de tu dinero se va en el mantenimiento, la renta o la hipoteca de esa enorme casa.
Recuerda que el valor de tu casa no es el valor de tu persona.
- El Monto de Tu Cuenta Bancaria
Dice un dicho que “el que más tiene, más quiere”, y ese deseo por acumular dinero puede llegar a ser obsesivo, tanto así que mucha gente está dispuesta a trabajar largas horas y sacrificar su descanso, su familia y amigos con tal de hacer más dinero. Pero será que cuanto más grande es tu cuenta eres más feliz? Ni por cerca.
Cuando pasan acontecimientos importantes como la muerte de un pariente o amigo cercano, tener mucho dinero no vale de nada, de hecho pensar que pasaste tanto tiempo trabajando en vez de compartir con la persona que ha muerto es de los sentimientos más frustrantes que puede experimentar un ser humano.
Posdata: El mayor motivo de matrimonios destruidos es por discusiones de dinero, y el mayor reproche en hijos es que sus padres les dieron todo materialmente pero nunca les dieron amor.
El dinero es una herramienta importante para vivir, pero no es la vida misma.
Si te gusto la entrada compártela, me ayudarías muchísimo de esa forma.
Feliz Día 🙂
Foto: Andres Nieto Porras