Me encanta tener la habitación ordenada, limpia y despejada. La blancura de la cocina me enamora y la pulcritud del lavatrastos me relaja.

Antes solía ver ese panorama una tan sola vez a la semana, el desorden era el pan de muchos días, los trastos solía acumulárselos a mi esposa mientras ella tenía que luchar por mantener limpia una enorme casa.

Ahora colaboro más a menudo con lavar los platos y ordenar, mientras que mi esposa se encarga de la limpieza y los utensilios de cocina. Vivir en una casa más pequeña también fue determinante para mantener la casa ordenada y limpia, la mayor parte del tiempo.

He aquí unos consejos para que tu casa se vea mejor y tú te sientas en paz cada vez que llegues a tu hogar:

• Hazlo en partes y que sean pequeñas.

Dedica cinco minutos al día para limpiar una mesa o un cajón, luego mañana otros cinco minutos a limpiar una parte del piso saturada de cosas. No trates de hacer toda la limpieza o el orden en un solo día a menos que tengas varios días libres (lo cual lo dudo mucho).

• Deshazte de lo que ya no sirve.

Por lo general acumulamos cosas que decimos que «algún día» lo utilizaremos y llega el siguiente año y el objeto sigue ahí, guardando polvo, creando desorden, y aumentando tu distracción.

Mejor Dónalo o Bótalo.

• Celebra los logros.

No necesariamente haras una fiesta por ordenar y limpiar una gaveta o una habitación, simplemente tómate un buen té o café o prepárate un delicioso sándwich y disfruta del orden, de lo limpio y lo despejado de tu espacio…….ahhhh, Paz, Sencillez.

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