Que harás con tu vida?
Como la vivirás?
Te asombrarías, al darte cuenta cuantas personas nunca se hacen estas preguntas.
De hecho muchas personas viven a través de los ojos de otras personas, quizás sus padres, parientes, vecinos o amigos. Lo triste es al final, cuando ven en retrospectiva su vida y se dan cuenta que no hicieron lo que que querían hacer, no alcanzaron lo que querían alcanzar y no vivieron como querían vivir.
Créeme no existe mayor desilusión, que saber que solo hiciste lo que los demás querían que hiciera, que solo alcanzaste lo que los demás querían que alcanzaras y que viviste como los demás querían que vivieras. Eso es vivir a través de los ojos de los demás.
Todos tenemos un gran poder, es el poder de la decisión. El poder de decidir, donde vivirás, como vivirás, en que creerás, con quienes vivirás, que quieres alcanzar y que quieres hacer con tu vida.
Ojala y todos se dieran cuenta de ello.
También dice una frase que «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», y nuestra responsabilidad es con Dios, con las personas que amamos y con toda la gente que nos rodea, Dios es el dador de la vida y ante el tenemos que dar cuenta del uso que le demos a nuestra vida, también nuestros seres que amamos esperan que vivamos felices con nosotros mismos y con ellos, he ahí el poder de la decisión.
Utiliza ese poder, para ser una mejor persona, que al final de tus días digas: «Luche con todas mis fuerzas durante mi vida por alcanzar aquello que ame. Busque a Dios y lo encontré. Viví plenamente cada día de mi vida. Ame con todo mi corazón, y que bueno que viví a través de mis ojos«.